IMPACTO DE LAS HABILIDADES DIGITALES TU VIDA
Nos encontramos en un proceso de transición hacia una sociedad digital. El mismo implica profundos cambios sociales, económicos, políticos y culturales. Las relaciones personales, laborales, con las administraciones públicas, etc., pasan cada vez por una carga mayor de digitalización.
En este contexto resulta indispensable abordar el desarrollo de las competencias y habilidades digitales. El mismo debe tener en cuenta diferentes sesgos y dificultades en función de la diversidad. En este sentido, realizamos una revisión desde la perspectiva de género.
¿QUÉ ENTENDEMOS POR COMPETENCIAS DIGITALES?
La OIT las define como las habilidades que nos permiten hacer uso de la tecnología con diversos propósitos: trabajar, aprender, comparar, informarse y participar en la sociedad. Estas habilidades intervienen en casi la totalidad de los aspectos de la vida de una persona.
Por otro lado, las competencias requeridas hoy en día no son las mismas que las que se demandaban hace cinco años. Por ello es necesario identificar competencias digitales básicas y, a su vez, promover un desarrollo constante de otras más específicas.
OBSTÁCULOS POR SUPERAR EN LAS BRECHAS DE GÉNERO
La brecha digital de género no se refiere únicamente a la diferencia que hay en el uso de las tecnologías. En este caso, aunque se han podido reducir diferencias en cuanto a la formación y al acceso a las tecnologías, la brecha de género ha cambiado de forma.
En este sentido, el acceso a la tecnología y a las habilidades básicas se ha equiparado. Pero también interfieren variables como la autopercepción respecto a esas habilidades y la tecnología. Así, las mujeres tienen peor percepción respecto a sus propias habilidades digitales. Esto conlleva que, aunque tengan acceso y posean las habilidades, no se vean motivadas para desarrollar usos más complejos.
Para mejorar esta percepción, debemos entender las causas que propician que sea negativa. Los sesgos de género en la educación digital, normas socioculturales, estereotipos de género, falta de referentes femeninos, etc. En el caso de la falta de referentes, es importante resaltar también que en muchos casos no se debe a que no existan, sino a que no disponen de la difusión que tienen sus homólogos masculinos.
Además, por si no fuesen suficientes, se añaden otra serie de obstáculos en el mundo digital. Las mujeres sufren diversos tipos de violencias en la red a las que los hombres no tienen que enfrentarse. Esto conlleva la merma de posibilidades de participación en diferentes ámbitos de la vida digital por parte de ellas.
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La campaña #DigitalmenteActivas se enmarca dentro del proyecto EI EMPLEO promovido por Fundación Mujeres y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.